Un campesino fue al mercado y compró carne, pero al volver a su casa vio que le habían engañado. Se puso tan furioso y gritó tanto que sus protestas llegaron a oídos de un juez que le preguntó qué le pasaba.
- ¡Me han estafado!- gritó el hombre. he pagado tres kilos de carne buena y el carnicero me ha dado sólo dos y de la mala.
El juez ordenó ir al puesto de la carne y allí hizo pesar el paquete del campesino, que en efecto, sólo pesaba dos kilos. Entonces se volvió hacia el engañado y le preguntó qué castigo debía imponer al carnicero. El campesino, que estaba lleno de odio dijo:
- Deberías mandar que cortaran de sus espalda el kilo de carne que me falta.
El juez, sorprendido por aquel deseo de venganza, replicó:
- De acuerdo. Pero serás tú quien coja un cuchillo y le corte el kilo de carne. Y procura que el peso sea exacto, porque de lo contrario serás duramente castigado.
Al oir esto, el campesino no dijo nada y muy avergonzado se marchó.
Eso no es una Historia Exagerada
ResponderEliminarDe pana que no es una Historia Exagerada
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