No hace mucho tiempo, el padre de una familia esquimal fue a cazar en compañía de sus dos hijos pequeños. No hallaron ningún animal y tuvieron que alejarse más y más, hasta que una tormenta los sorprendió en medio del desierto helado. El trineo donde viajaban volcóy fue a caer al fondo de un precipicio. Todos los perros menos uno resultaron muertos y el padre estaba muy herido. Sólo los dos niños estaban sanos y salvos y a ellos les tocaba la difícil misión de ir en busca de ayuda.
Perdidos como estaban, andaron durante cinco días hasta encontrar, cuando ya estaban al límite de sus fuerzas, una colonia esquimal de donde partió una expedición que pudo rescatar al padre con vida. Cuando preguntaron a los niños de dónde habían sacado las fuerzas y el valor para su hazaña, éstos respondieron:
-Ibamos pensando todo el rato en pastelillos de grasa de caribú, nuestrso plato favorito.
Desde entonces, su mamá, siempre que le era posible, les tenía para comer pastelillos de grasa de caribú. Aunque si vosotros no soies esquimales, será mejor que nunca los probéis.
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