lunes, 26 de septiembre de 2011

LOS DOS LEONES


Una vez habia en África un león temible que mataba a cuantos animales encontraba a su paso. LOs que aún no habían caído bajo sus garras, tratando de sobrevivir lo más posible, hicieron un pacto cn él: se tendria que contentar con una única comida al día, a cambio de que la víctima elegida se presentara ante él; de ese modo no tendria que molestarse en ir a cazar.
Todo fue perfectamente hasta que le tocó el turno a una liebre muy astuta, que acudió ante el león haciendole ver que estaba muy cansada.
-Cuando venía hacia aqui- jadeó-, me ha atacado un león. Me he podido salvar gracias a mi gran velocidad.
-¿otro león?- rugió rabioso el rey la selva-. ¿dónde está?
-En el lago. Pero ten cuidado, es más grande y fuerte que tú.
-¡ya lo veremos!
Con grandes rugidos el león fue hasta el lago. Allí, asomandose a la orilla, vio, en efecto, un león reflejando en las aguas.
-¡uno de los dos sobra!- rugió
Sin pensarlo, se lanzó sobre él, y como no sabia nadar, se ahogó.
De esta forma una liebre venció al rey de la selva.


LA NUEVA CENICIENTA


Hace poco, poco tiempo en un colegio alumnos y profesores decidieron hacer una función de teatro y eligieron para representar el cuento de "cenicienta". Todas las niñas suspiraban por hacer el papel de protagonista. Y cuando llegó el día de la elección miraron con envidia a la afortunada. Pero ocurrió una cosa muy curiosa, y fue que, unos días después de comenzar los ensayos, la niña que hacía de "cenicienta", se plantó con su escoba en medio del escenario y dijo que o le cambiaban de personaje o abandonaba la función. Todo el mundo se quedó de lo mas extrañado. ¡con lo bonito que era ese papel! La profesora que dirigía la obra le preguntó entonces el motivo de que quisiera dejar un papel por el que todas suspiraban.
-Es que estoy más que harta- dijo la niña.
-¿harta? pero ¿harta de que?
- ¡pues de qué va a ser! ¡de barrer y fregar! En casa mi madre me dice que tengo que barrer y limpiar, y luego vengo aquí y me paso todos los ensayos barriendo y fregando...¿Es que hay derecho a eso?
Total que la dieron uno de los papeles de hermanastra, de las que no daban ni golpe, y la niña se puso la mar de contenta.