viernes, 25 de febrero de 2011

LA PRINCESITA DORMILONA

Había una vez una hermosa princesita que no podía asistir a las fiestas en su honor, pues siempre se quedaba dormida. Los sabios de la corte dijeron que sólo se curaría durmiendo en un colchón que la hiciese descansar de verdad. Y entonces el rey ofreció la mano de su hija a quien descubriese el tan deseado colchón.
Príncipes de todos los países llegaron con maravillosos colchones rellenos de plumas de mil pájaros diferentes. Pero después de probarlos la princesa seguía con sueño.
Entretanto, un joven poeta que vivía en la corte y estaba perdidamente enamorado de la princesa, llegó a la conclusión de que lo que verdaderamente le hacía falta a su amada era el dichoso colchón y no los poemas que diariamente le escribía. Mirando a sus queridas nubes, se le ocurrió que sobre ellas se dormiría la mar de bien, así que subió a la montaña más alta, recogió un poco del sedoso algodón de una nube y, formando un colchón, se fue hasta el castillo.
La princesita durmió muy bien, y al día siguiente tenía los ojos tan abiertos que vio perfectamente al poeta y se enamoró de él. Naturalmente se casaron y colorín colorado...

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